MUERE BENITO CASTEJÓN, PRIMER RESPONSABLE DEL CSD Y PARTE DEL CAMBIO PARA QUE LOS INEF PASASEN A SER CENTROS CON RANGO UNIVERSITARIO
Algunas de esas cosas que damos por hecho que están, y parece que siempre han estado, se fraguaron con D. Benito Castejón “tirando del carro” del deporte: el rango de la educación física y el deporte en la Constitución Española, la conversión de los INEF en centros universitarios, la creación del CSD...
A los 91 años de edad ha fallecido D. Benito Castejón Paz, figura relevante para el desarrollo del deporte español. Fue el primer máximo responsable del Consejo Superior de Deportes, hombre de Transición Democrática y parte fundamental del legado constitucional con respecto a la Educación Física y al Deporte. La relación con el Colegio durante su mandato fue intensa, y por eso le dedicamos estas líneas en memoria al trabajo que realizó en los primeros años de la Transición española.
De profesión abogado, especializado en derecho administrativo, se vinculó al deporte por su condición de profesional en hockey, donde cosechó numerosos éxitos como integrante de la Selección Española. Su relación con las altas esferas le llevó al cargo de Secretario Nacional de la Delegación de Educación Física y Deportes en 1967, siendo Delegado D. Juan Antonio Samaranch. Nueve meses antes de las históricas elecciones de junio de 1977, Castejón fue nombrado Delegado Nacional de Educación Física y Deporte, permaneciendo después al frente, incluso ya habiéndose conformado el Gobierno de Adolfo Suárez, quizás por sus ideas abiertas e internacionales.
D. Benito Castejón había realizado declaraciones en los primeros años post-dictatoriales apostando por la Carta Europea del Deporte para Todos (1975), queriendo además adaptar los modelos deportivos de países diversos (la antigua Unión Soviética, Cuba, Polonia o Estados Unidos) a España, lo cual para aquel momento suponían ideas rupturistas radicalmente con lo establecido.
El Real Decreto 2258/1977, de 27 de agosto, crea el Consejo Superior de Deportes, por lo que D. Benito pasa a ostentar el cargo de Director General de este organismo autónomo entonces integrado en el Ministerio de Cultura.
El artículo publicado en El País el 27 de enero de 1980 resume su labor y menciona sus palabras:
“Llegó la hora del adiós para Benito Castejón. Fueron tres años y cuatro meses al frente del deporte español. Empezó como delegado nacional de Deportes y terminó como director del Consejo Superior de Deportes. Fueron muchos e importantes los cambios. Tuvo cinco ministros, y en esas circunstancias radicaron las dificultades de su gestión. Lo demás, lo de la huelga de futbolistas, la disposición aclaratoria de los jugadores extranjeros, la renuncia de los atletas a competir en los Juegos Mediterráneos, fueron simples anécdotas, como calificó el propio Benito Castejón, porque, según dijo, «he trabajado para el futuro». [...] «Ahora tengo tranquilidad y paz» [...] «Estaba ya previsto que yo dejara libre el puesto. La única duda que se me plantea es de si realmente me debía corresponder o no el desarrollo del proyecto de la ley del Deporte. Le ha tocado a Jesús Hermida, y quizá sea una decisión acertada, porque la ley estaba simplemente en un marco; ahora debe desarrollarse, y quizá no fuera indicado que mi sucesor cogiera el testigo a mitad de camino. Así, al menos, podrá emprender la labor desde el principio»”.
Algunas de esas cosas que damos por hecho que están, y parece que siempre han estado, se fraguaron con D. Benito Castejón “tirando del carro” del deporte:
El fomento por los poderes públicos de la educación física y el deporte constituye uno de los principios rectores de la política social y económica, porque se incorporó en la Constitución Española de 1978.
El Consejo Superior de Deportes se creó en 1977 para dar paso a una estructura que, poco después, pasaría a tener como responsable a una persona con el rango de Secretario de Estado y, por tanto, mayor relevancia dentro de estructura del Gobierno.
Fue el artífice, a través de la Ley 13/1980, de 31 de marzo, General de la Cultura Física y del Deporte, de que, tras una intensa lucha por parte de los/as educadores/as físico deportivos/as (entonces denominados Profesores de Educación Física), los estudios de los INEF tuviesen rango universitario, propiciando así el posterior desarrollo normativo en el que se establecía el título de Licenciado en Educación Física (Real Decreto 790/1981, de 24 de abril, sobre Institutos Nacionales de Educación Física y las enseñanzas que imparten).
Mantuvo, a través de la Ley 13/1980, de 31 de marzo, General de la Cultura Física y del Deporte, la obligatoriedad de la Educación Física en todos los niveles de enseñanza, especificando cuáles, incluyendo el Bachillerato y la Formación Profesional.
Los Boletines del Colegio Nacional de Profesores de Educación Física, ya entonces reconocida nuestra organización como corporación de derecho público, dan cuenta de cómo en los años previos a la publicación de la ley del 80 se estableció una relación intensa entre la profesión y el recién creado CSD. La ley, que en un principio iba a denominarse “de la Educación Física y del Deporte”, tuvo numerosas aportaciones por parte del Colegio, que veía cómo peligrosamente, a pesar de las buenas intenciones, viraba hacia el ámbito competitivo. Finalmente, en un tira y afloja en el que también se encontraba el propio Cagigal como parte implicada en pro de las solicitudes de los Profesores de EF (así se puede comprobar en el intercambio de cartas entre el presidente del Colegio y el filósofo), la educación física para todas las etapas de la vida se disfrazó de cultura física.
En parte, la organización del deporte en España ha sido fruto de la evolución de la ley de 1980 que D. Benito Castejón dejó como legado. El Dr. Sixte Abadía i Naudí (col. 12.131 de COPLEF Catalunya) en su artículo “El controvertido desarrollo del deporte durante la transición democrática española (1975-1982). Aproximación a sus limitaciones y principales condicionantes” ofrece una visión aclaratoria sobre la época del primer “jefe” del deporte en democracia en España, por lo que aquellos que quieran saber más sobre la figura de este hombre de Estado no deben perderse su lectura.
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