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Entrevista a Pedro L. Valenzuela, EFD premiado por la Real Academia Nacional de Medicina de España



ENTREVISTAMOS A PEDRO L. VALENZUELA, EDUCADOR FÍSICO DEPORTIVO PREMIADO POR LA REAL ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA DE ESPAÑA

«Poco a poco se están implementando más los procedimientos del alto rendimiento en la salud (p.e.j., valorando el rendimiento con instrumentos como encoders, implementando técnicas de ejercicio avanzadas, etc)». Pedro Luis Valenzuela Tallón (col. 67.576), galardonado con el Premio Nacional de Doctorado de la Real Academia Nacional de Medicina de España.

El pasado 16 de diciembre la Real Academia Nacional de Medicina de España daba a conocer el fallo de los Premios RANME 2022. Estos galardones incluyen un total de 12 distinciones que han sido otorgadas en 7 categorías diferentes: RANME, Investigación, Medicina General y de Familia, Docencia y Educación Médica, Información y Comunicación, Licenciado en Medicina y Doctorado.


El Premio Nacional de Doctorado ‘Ciencias Médicas Sociales y de la Salud’ se ha otorgado al Dr. Pedro Luis Valenzuela Tallón (col. 67.576) por su trabajo “Deterioro funcional asociado al desuso muscular y al envejecimiento: mecanismos fisiológicos y estrategias preventivas”. Es graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, investigador en el Instituto de Investigación del Hospital 12 de octubre (Physical Activity and Health Research Group, PaHerg), profesor asociado en la Universidad de Alcalá y co-editor de FISSAC.

 

DR. PEDRO L. VALENZUELA TALLÓN

Nº Col. 67.576


P: Lo primero de todo, haznos un breve resumen divulgativo de tu Tesis Doctoral con la que has obtenido el Premio de la Real Academia de Medicina.


R: En mi tesis doctoral analizamos el potencial del ejercicio para prevenir el deterioro físico que ocurre normalmente con la edad, y que se agrava especialmente en situaciones como patologías crónicas o periodos de hospitalización. Para ello, realizamos diversos estudios con distintas metodologías (desde estudios realizados directamente por nosotros en pacientes, hasta análisis de datos previos publicados en la literatura científica), y observamos que el ejercicio no solo atenúa el deterioro físico asociado al envejecimiento en personas “sanas”, sino que también es capaz de producir estos beneficios en personas que presentan un alto riesgo de deterioro. Por ejemplo, vimos como en pacientes mayores hospitalizados por una patología aguda, la realización de ejercicio durante su estancia en el hospital prevenía hasta en un 70% el riesgo de perder su independencia para realizar actividades de la vida diaria como andar o ir al baño (aproximadamente una de cada tres personas mayores sufre este deterioro durante una hospitalización). De forma similar, en otra población en alto riesgo de deterioro funcional como son los pacientes mayores en hemodiálisis, vimos que realizar ejercicio durante las propias sesiones (o incluso electro-estimulación muscular si estaban demasiado débiles como para ejercitarse voluntariamente) mejoraba de forma muy relevante su capacidad física. Por lo tanto, en resumen diría que mi tesis doctoral apoya los beneficios del ejercicio (tanto durante el día a día, como en situaciones más clínicas) para prevenir el deterioro funcional en personas mayores.


P: ¿Cómo valoras que la corporación española más importante de las Ciencias Médicas haya otorgado un galardón a un educador físico deportivo?


R: Más allá de la alegría por recibir un reconocimiento a mi trabajo, que siempre hace ilusión y motiva a seguir trabajando, en este caso creo que la alegría es doble por ser una institución médica quien otorga el premio. Considero que las ciencias del ejercicio deben estar presentes en el ámbito sanitario, y para ello es fundamental que los médicos (y el personal sanitario en general) conozcan y valoren nuestro trabajo. Aunque este reconocimiento a mi tesis doctoral es un paso mínimo para conseguir ese objetivo como colectivo, cada paso suma y espero que poco a poco vayamos acercándonos a esa realidad.


P: Tu trayectoria se desenvuelve entre el ámbito del rendimiento y el ámbito de la salud. ¿Qué similitudes y diferencias encuentras en la intervención que realiza un educador físico deportivo para la preparación física de un deportista de rendimiento o para mejorar la calidad de vida de una persona con una patología?


R: Aunque parecen campos totalmente opuestos, creo que cada ámbito puede aprender mucho del otro. Por ejemplo, en el ámbito del rendimiento llevan años de ventaja sobre la optimización de las variables de entrenamiento, tratando de adecuar al máximo las cargas de entrenamiento, los tipos de ejercicio, y aplicando métodos de valoración muy precisos. Esto muchas veces no está tan optimizado en el ámbito de la salud, normalmente porque realizar una intervención controlada a la perfección no siempre es lo más factible. Sin embargo, poco a poco se están implementando más los procedimientos del alto rendimiento en la salud (p.e.j., valorando el rendimiento con instrumentos como encoders, implementando técnicas de ejercicio avanzadas, etc). Por otro lado, el ámbito del rendimiento también tiene mucho que aprender del ámbito de la salud en cuanto al nivel de evidencia que se requiere para implementar una intervención. En el ámbito sanitario, para implementar una intervención se requieren ensayos clínicos a gran escala, realizados en cientos o miles de personas bajo un control estricto. Por el contrario, en el ámbito del rendimiento muchas veces aplicamos intervenciones que tan solo han sido probadas en pocas decenas de participantes. Creo que ahí hay una gran lección para aprender en cuanto a lo estrictos que debemos ser a nivel científico.


P: Las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y sus profesionales cada vez tienen mayor reconocimiento, y una prueba de ello es este Premio que te han otorgado. ¿Por qué crees que todavía hay una parte de la sociedad que ignora o desconoce la figura de las educadoras y educadores físico deportivos?


R: Aunque soy el primero que quiere pensar que nuestra profesión tiene cada vez más reconocimiento, es posible que eso lo pensemos nosotros, que estamos “dentro del círculo”. Sin embargo, la mayor parte de la población posiblemente se mantenga ajena a esto, y aunque cada vez haya más conciencia sobre la importancia del ejercicio para la salud, creo que el profesional de la actividad física y del deporte no tiene todavía un reconocimiento similar al de otras figuras profesionales en el campo sanitario. En este sentido, no solo debemos culpar a agentes externos sino que también debemos mirar nuestro propio ombligo, ya que quizá todavía queda mucho por mejorar en nuestra formación para poder ser reconocidos en campos como el sanitario.


P: Eres reconocido por la divulgación científica dirigida a profesionales. Así que, para terminar, nos gustaría que nos hablaras de la importancia del desarrollo profesional continuo como uno de los pilares fundamentales del Código Deontológico de las educadoras y educadores físico deportivos.


R: Como comentaba en mi anterior respuesta, creo que uno de los deberes fundamentales para cualquier profesional y, en concreto, los profesionales del ejercicio, es formarse todo lo posible y mantenerse actualizado, sobre todo en un campo que avanza tan rápido como el nuestro. No podemos pedir un sitio junto a otras figuras del ámbito sanitario si nuestra formación es insuficiente, pese a que muchos profesionales terminan la carrera creyendo que ya lo saben todo. Debemos formarnos de forma continua no solo con conocimientos de nuestro campo directamente, sino también con otros campos afines (p. ej., medicina, nutrición, estadística) que pueden mejorar nuestra labor.

 

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