ENTREVISTA A CARLOTA DÍEZ:
"PONERSE EN FORMA" DESDE CASA CON INFORMACIÓN Y VIDEOS DE INTERNET
Entrevistamos a Carlota Díez Rico, col. 52.838, coordinadora intercolegial del Consejo COLEF y coordinadora del Comité ejecutivo de educación físico deportiva en el ámbito sociosanitario, para que nos de su opinión sobre los pros y contras de "ponerse en forma" desde casa con información y videos de internet.
P: Algunos youtubers han logrado centenares de miles de seguidores, incluso millones, en su canal de YouTube colgando rutinas de ejercicios. ¿Qué opinión tiene al respecto?
R: La industria del entretenimiento ha cambiado de forma radical en los últimos tiempos. Sin embargo, lo que hacen estos vloggers subiendo rutinas de ejercicio físico no es muy diferente a lo que hacía Jane Fonda en los años 80 con sus cintas VHS, o lo que hizo el mítico Jack Lalanne, que mantuvo en pantalla su show de fitness en la cadena estadounidense ABC desde 1951 a 1985. Muchos de estos youtubers no están haciendo nada nuevo, solo están replicando contenido, en muchas ocasiones poco recomendable, en plataformas que permiten la viralidad inmediata.
Como he dicho al principio, en este caso estamos hablando de entretenimiento, y no de prestación de servicios de ejercicio físico. Eso sí, si lo que queremos es que la información sea fiable, la persona debe contar con conocimientos y cualificación que lo avale. Imaginemos por un momento que se tratase de consejos médicos, ¿qué fiabilidad nos merecería que quién los ofrece no es médico?
No podemos olvidar que el ejercicio físico cuenta con un marco muy amplio de conocimientos y evidencias que abarcan desde las Ciencias de la Salud a las Ciencias de la Educación. Uno de los mitos del ejercicio es que por practicarlo ya estas capacitado para hablar de ello como un profesional.
Hay educadores/as físico deportivos/as (profesionales que cuentan con la licenciatura o el grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y además están colegiados) que están ofreciendo contenido divulgativo de altísima calidad en YouTube, en redes sociales y en blogs. De hecho, muchos de ellos están haciendo una gran labor para aumentar los niveles de actividad física y disminuir el sedentarismo. Porque, al fin y al cabo, desde una plataforma de entretenimiento, en lo que se puede incidir de forma positiva es, fundamentalmente, en la motivación hacia la práctica físico-deportiva.
Por otra parte, es importante destacar que estas rutinas que cuelgan no dejan de ser “café para todos”, y que, sin la supervisión de un profesional, la técnica puede ser incorrecta, lo cual aumenta las posibilidades de lesiones.
P: ¿Cuáles son los contras? ¿Hay alguna razón por la que no deberíamos seguir este tipo de rutinas online?
R: A priori te puedo enumerar una serie de puntos que se pueden aplicar tanto a las rutinas de videos de YouTube, como a otros soportes virtuales (apps, blogs, etc.):
No individualizan el ejercicio.
No consideran todas las variables para planificar y dirigir ejercicio físico.
No tienen en cuenta las adaptaciones a realizar en el diseño del ejercicio cuando hay lesiones, patologías y otros condicionantes de salud.
No son capaces de establecer un feedback hacia el usuario que corrija la técnica, estime el esfuerzo y, por tanto, disminuya el riesgo de lesión.
En muchos de ellos los ejercicios no están descritos de forma adecuada y las imágenes/videos no corresponden a una técnica correcta.
Muchos de ellos ignoran las últimas evidencias científicas sobre entrenamiento.
Sobre todo deben abstenerse de seguir este tipo de rutinas personas con experiencia pobre en ejercicio físico, personas con patologías o lesiones y personas que pertenezcan a colectivos considerados especiales como mujeres embarazadas o en puerperio, personas mayores, personas con discapacidad, etc.
P: ¿En qué debemos fijarnos para seleccionar un buen entrenador personal online, si es posible hacerlo?
R: Lo primero que debemos hacer es diferenciar a los vloggers o youtubers, los influencers, etc., de los/as entrenadores/as personales que prestan servicios online. Es decir, estos/as entrenadores/as serían por ejemplo aquellos que hacen rutinas a solicitud de un cliente y se la envían vía telemática, bien por una aplicación, bien por correo electrónico. Puede haber entrenadores/as personales que además también sean youtubers, una cosa no es excluyente de la otra.
Ahora bien, para prestar servicios de ejercicio físico de este tipo se debe contar con la licenciatura o el grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, además de un seguro de responsabilidad civil profesional. En muchas comunidades autónomas está regulado y se prevén sanciones económicas, e incluso la inhabilitación profesional, de no cumplir con los requisitos de cualificación que marcan estas leyes.
También hay que tener en cuenta que algunas de esas legislaciones autonómicas indican que la prestación de este tipo de servicios de ejercicio físico en mujeres embarazadas o en puerperio, personas mayores y personas con patologías y problemas de salud y asimilados requiere la presencia física, por tanto no podrían desarrollarse online.
Aunque por el momento estas leyes sean de carácter autonómico y el/la profesional esté prestando servicios por todo el territorio nacional, en el consumo de ejercicio físico online la prestación de servicios de forma telemática ha de atenerse también a la legislación y jurisdicción tanto del prestador del servicio, como del consumidor al que se dirija éste.
Hay que puntualizar que entrenador/a personal es el nombre coloquial por el que se conoce a los/as educadores/as físico deportivos/as que realizan actividades profesionales de preparación física o de ejercicio físico orientado a la salud.
Respondiendo de manera específica a la pregunta, para seleccionar un/a buen entrenador/a personal habría que asegurarse al menos que tiene la licenciatura o el grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, cuenta con un seguro de responsabilidad civil profesional y está colegiado. Esto último indica que deben cumplir la deontología profesional, la cual salvaguarda a usuarios/as, alumnos/as y deportistas de las malas prácticas profesionales. Los tres requisitos de mínimos se pueden comprobar si el/la profesional aparece en el buscador colegial del Consejo COLEF o cualquier COLEF autonómico, que es de acceso público a la ciudadanía.
Además, un/a buen/a profesional es aquel que actualiza sus conocimientos. En los próximos meses la ciudadanía también podrá comprobar que los/as educadores/as físico deportivos/as cumplen con su desarrollo profesional continuo, actualizándose a través de formación u otras vías. De momento, la única forma de comprobarlo es pidiendo el currículum al profesional.
En el caso de que nos refiramos a youtubers, vloggers, bloggers, influencers en redes sociales, etc., estos son los aspectos a tener en cuenta:
Es un/a profesional cualificado/a del ejercicio físico o se comunica en cada publicación que el contenido está diseñado por un profesional cualificado del ejercicio físico.
Si muestra ejercicios y/o rutinas indica que son un ejemplo y no servirán para todos, ya que la clave del ejercicio está en la individualización del estímulo.
Hace referencia a la técnica de los ejercicios de forma apropiada.
Hace afirmaciones basadas en evidencias científicas.
Los cuatro puntos se deben cumplir y se resumen en: profesionales cualificados/as, advertencias sobre las rutinas, explicaciones sobre la técnica y rigor científico.
P: ¿Hay alguna forma de suplir el inconveniente de que no haya un profesional junto a nosotros corrigiéndonos las posturas, por ejemplo? ¿Qué riesgos se pueden correr por hacer mal los ejercicios?
R: La supervisión por profesionales cualificados/as es insustituible, sobre todo porque el feedback que se puede dar en directo y de manera presencial en ningún caso se puede ofrecer, por el momento, online. Lo que más se acerca son las plataformas en las que puedes hacer ejercicio físico con un/a entrenador/a personal por videoconferencia. Sin embargo, en el deporte el feedback kinestésico-táctil es muy importante, porque las explicaciones o correcciones verbales y/o visuales no siempre son suficientes.
Las evidencias científicas también han demostrado que las mejoras en la condición física son mucho mayores si el programa de ejercicio se hace bajo la supervisión de un/a profesional cualificado/a que si se realiza de forma autónoma.
Por supuesto que existen riesgos si no hay un/a profesional detrás de nuestro programa de ejercicio físico, porque tanto la mala técnica como las dosis inadecuadas pueden conllevar lesiones o sobreentrenamiento. El riesgo aumenta cuanto menos inteligencia motriz se tiene, y también con condiciones de salud (patologías o lesiones) o estado vital determinado (embarazo, puerperio, envejecimiento).
P: ¿Considera positivo que, a pesar de que no todos los youtubers de la red sean aconsejables, haya cada vez más influencers que animan a la práctica deportiva?
R: Es muy positivo que se anime a aumentar los niveles de actividad física. La sociedad necesita disminuir el sedentarismo y la inactividad física. El problema reside en que personas no cualificadas pasen de animar o motivar a dar consejos y asesorar, o incluso a atreverse a prestar servicios de ejercicio físico.
Existen influencers que animan y motivan a la práctica físico-deportiva, cuya formación poco tiene que ver con las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, pero que siempre recomiendan que se realice ejercicio físico bajo la supervisión de educadores/as físico deportivos/as. Todo es compatible siempre y cuando conozcamos nuestras limitaciones de conocimientos y competencias, y se sepa derivar al/a profesional adecuado/a.
P: ¿Qué opinión tiene de las apps deportivas para realizar ejercicio de forma autónoma?
R: La tecnología puede ayudar a iniciar una vida más activa, a mejorar en nuestra práctica deportiva, a motivarnos y conseguir mejores resultados. Pero es importante conocer sus posibilidades reales en relación con la salud y la seguridad.
Las aplicaciones para practicar ejercicio físico de forma autónoma son diversas: un simple catálogo de ejercicios o rutinas, asignación de rutinas o programas según los datos que se introduzcan, asignación de rutinas por parte de un/a profesional, etc. En los dos primeros casos hay que tener en cuenta que no siempre es un/a profesional adecuado/a quien ha diseñado el contenido de la aplicación, por lo que el rigor puede ser de escaso a nulo. Tampoco los/as desarrolladores/as de apps ponen fácil conocer quién está detrás del contenido.
El sistema ideal en el que se realice ejercicio de forma autónoma implicando aplicaciones es aquel en el que un/a profesional previamente nos ha evaluado, nos ha enseñado los ejercicios y nos ha asignado un programa de ejercicio físico a través de la aplicación. Si no existe esa posibilidad de contar con un/a profesional, lo recomendable es limitarnos a usar aquellas que monitorizan y/o registran la actividad física para motivarnos a movernos.
NOTA: respuestas ofrecidas a la revista Mujer Hoy para un reportaje sobre "ponerse en forma" desde casa, publicado en enero de 2019.
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